miércoles, 4 de julio de 2007

ESCULTURA ROMANICA

Se denomina escultura románica a la aplicación de los cánones del arte románico en el campo de la escultura.

Características
Sin llegar a desenvolverse con la perfección de la arquitectura, siguió la escultura románica los mismos pasos y evoluciones que ella, contribuyendo a su formación y desarrollo las mismas causas que para la arquitectura. Por lo mismo, hubieron de ser componentes suyos los elementos romanos con los septentrionales, bizantinos, persas de la dinastía sasánida y árabes como lo son de la arquitectura. Se inspiraba con frecuencia en los dibujos y figuras de los códices regionales y de los tapices venidos de Oriente.
Abraza el desarrollo de esta escultura los siglos XI y XII (con sus antecedentes carlovingios del siglo IX) introduciéndose en buena parte del XIII y paulatinamente da lugar a la gótica, sin que la separe de ésta una línea perfectamente divisoria. El carácter general de la escultura románica consiste en la imitación de modelos artificiales y de aquí su amaneramiento o rutina. A diferencia de la escultura gótica, en la cual se revela un positivo estudio e imitación de la Naturaleza aunque sin la desenvoltura de los artistas modernos. Como puente de unión entre una y otra se halla en los últimos años del siglo XII y primera mitad del XIII el estilo que puede llamarse de transición que trata de imitar algo la realidad de la Naturaleza y da a sus obras mayor vida y movimiento sin desprenderse completamente el artista de los convencionalismos y amaneramientos precedentes. Y tal es la variedad resultante de dicha transición aumentada por la destreza o impericia de los escultores por las influencias de escuelas distintas que no es raro juntarse en una misma localidad y de una misma fecha relieves o estatuas muy dignas de aprecio y alabanza con otras de reprobable gusto y sin ningún valor artístico.
Precisando más el carácter de la escultura románica, decimos que se constituye por la imitación de modelos bizantinos o romanos de estilo decadente pero realizada con mano latina y frecuentemente bajo la influencia del gusto persa o del árabe. Se caracteriza, además, por cierta rigidez de formas, falta de expresión adecuada (a veces, exagerada) en las figuras, olvido del canon escultórico en la forma humana, forzada simetría en el plegado de los paños (muy parecida a la del periodo arcaico griego), repetición y monotonía en los tipos de una escena, tosquedad en la ejecución de la obra y frecuente adopción de flora estilizada y de fauna monstruosa como asuntos ornamentales y simbólicos. La escultura románica de la época de transición va perdiendo algo de dicha rigidez, simetría y exageración de la línea recta y vertical mientras gana en finura, realismo y movimiento distinguiéndose también por la abundancia de menudos y estrechos pliegues en la vestimenta.
En la escultura románica e, incluso, en la gótica ya se trate de obras de piedra, marfil o madera fue muy común la policromía siempre sobria en la viveza de colores por más que haya desaparecido la pintura con la acción del tiempo en casi todos los ejemplares o haya sido sustituida por decoraciones más modernas.
Las principales labores de escultura románica se admiran hoy en los relieves de muy variados capiteles y en las magníficas portadas y elegantes cornisas de muchos edificios de la época, en cuyos frontis se representan escenas bíblicas y figuras alegóricas (entre ellas, los llamados bestiarios y las personificaciones de los signos del zodiaco, etc.) a una con imágenes de Santos en gran relieve. Además, se ejercitó la escultura románica en la talla de curiosos dípticos de marfil, de graves crucifijos (de marfil y de bronce) y de estatuas de la Virgen María (en piedra y en madera, ya sola ya chapeada en bronce) que se conservan en sus santuarios o en los Museos y, en fin, se manifestó ingeniosa dicha escultura en la decoración de arquetas o cofrecillos para guardar reliquias y joyas, de ricas tapas para libros litúrgicos, de fontales o antipéndium para los altares, de pilas y sepulcros de piedra con relieves, etc. Desde la invasión de los bárbaros quedó olvidado casi por completo en Occidente el cultivo de la glíptica en lo que se refiere a piedras finas pero se utilizaron las gemas anteriormente labradas por griegos y romanos aplicándolas sin estudio a objetos preciosos y de adorno especialmente, sortijas. Hubo, sin embargo, algunos entalles con inscripciones o con alguna figura tosca, como la esmeralda del Tesoro de Guarrazar, y gran empleo de piedras finas en forma de cabujón para objetos de orfebrería.

Escuelas europeas
Hasta los últimos años del siglo XI no parece que hubiera escuelas, propiamente dichas de escultura románica las cuales sólo alcanzaron importancia y desarrollo en el decurso del siglo XII. Pero antes de dichos siglos se habían formado ya en Occidente notables centros de artes decorativas y suntuarias, sobre todo, de orfebrería con carácter propio o derivado del arte bizantino que muy bien pueden admitirse, al menos, como precursores de las escuelas de escultura románica. Consideradas en su conjunto, se distinguen las siguientes:

Escuela irlandesa y anglosajona .
Esta escuela se da desde el siglo VII y se caracteriza por los entrelazados y adornos caligráficos que de la escritura de códices pasaron a servir de motivos ornamentales en la escultura. Llegada ya la época propiamente románica, cultivó el relieve con figuras alargadas parecidas a las de la escultura francesa de Toulouse.

Escuela alemana.
Se desarrolla desde el siglo IX, debida al impulso que le dio Carlomagno a las artes y llamada por lo mismo carolingia. Continuó con algún florecimiento y bajo el imperio de los Otones en el siglo X en el cual puede considerarse como constituida por su propio carácter germánico dos siglos antes que las francesas. Se distingue por sus obras de bronce (opus teutónicum) y por su bizantinismo, no exagerado, sino conservando cierta fisonomía clásica. Se trabajaron antipéndiums, con figuras esmaltadas en plano o poco salientes, pero con las cabezas de alto relieve en varios ejemplares, aberración estética copiada de los bizantinos y seguida igualmente en España (Silos) y en otras naciones durante la época románica. Son muy celebradas, entre otras piezas, el marfil carolingio de Francfort que representa la celebración de la Misa (siglo IX), las puertas de bronce con relieves en la catedral de Hildesheim y el precioso antipéndium o altar de oro con imágenes que perteneció a la catedral de Basilea debido a la munificencia del emperador Enrique II el Santo que, con las mencionadas puertas data del principio del siglo XI. Desde la segunda mitad del siglo XII y en el XIII se labraron con estilo románico de transición preciosas arquetas para reliquias y otros objetos de orfebrería, adornados con imágenes en relieve, cinceladuras, esmaltes y pedrería siendo el centro artístico de tales producciones la ciudad de Colonia. De aquí tomó su nombre y carácter la celebrada escuela de Colonia o rhiniana y fueron obras suyas la urna de los reyes Magos y la de los restos de Carlo Magno de principios del siglo XIII, de plata y bronce dorado. En escultura monumental, de la misma época son célebres las de la catedral de Bamberga y las de Múnster, Magdeburgo, etc. de mucho movimiento con pliegues en remolinos y actitud de hablar los personajes representados unos con otros.

Escuelas francesas.
Se formaron a lo largo del siglo XII siendo las más destacadas las siguientes
la de la Isla de Francia, de escultura rudimentaria hasta la segunda mitad de dicho siglo y que se distingue en los capiteles por el uso de cabezas con grandes bigotes pero bastante fina y elegante con menudos pliegues en los paños al iniciarse la época del arte gótico. Destacan las estatuas de la catedral de Chartres, de transición gótica.
la de Normandía, con sus figuras de escaso relieve y su ornamentación de líneas en zigzag y dragones entrelazados
la de Poitou y Saintonge, con su espléndida ornamentación de follaje serpenteante y de alegorías y personificaciones, sobre todo, en las fachadas de las iglesias, en cuyas portadas se observan series de santos y de ancianos del Apocalipsis sobre el tímpano o sobre las arquivoltas. Es de destacar la rica fachada de Nuestra Señora la Grande de Poitiers y la de Nuestra Señora de Saintes.
la de Auvernia, con sus relieves muy salientes, su viva expresión e medio de la incorrección del dibujo y sus alegorías en los capiteles
la de Toulouse y Languedoc, con sus figuras alargadas y de gran movimiento, sus personajes en pie y con las piernas cruzadas y con sus paños de pliegues horizontales sobre el pecho y otros ondulantes o dentelleados pero muy movidos en el extremo inferior de la vestimenta. Destacan en esta escuela los relieves historiados del claustro abacial de Moissac y los relieves de la portada de su iglesia con sus similares de San Esteban y san Saturnino de Toulouse
la de Provenza, con sus reminiscencias clásicas en la ornamentación y sus imitaciones de las escuelas de Toulouse y del Norte a pesar de haber sido considerada (sin fundamento) como la más influyente de la época. Destacan las estatuas de la fachada de San Giles y San Trófimo de Arlés.
la de Borgoña, en fin con su extraordinaria expresión en las actitudes dramáticas de los personajes y con sus paños de menudísimos pliegues, terminados en remolinos que parecen inspirados en los dibujos de caligrafía tan comunes en los códices de la época. Son famosos en esta escuela los relieves que adornan las portadas de la catedral de Autún y de la abadía de Vézelay.
En todas las escuelas referidas se labraron efigies de la Virgen representándola de ordinario sentada en su trono y con el Niño en las rodillas. Muchas de stas, sobre todo, en Auvernia, se recubrieron con plancha de cobre o de plata siendo la imagen de madera.

1 comentario:

Centro de Estudios Medievales Círculo Románico dijo...

Enhorabuena, magnífica exposición y artículo.
Sin embargo, nuestros grupos de investigación establecen otras procedencias e influencias sobre el arte románico, en el que han apreciado sincretismos celtas y sajones, procedentes principalmente de las zonas de Irlanda, Inglaterra y Normandía.

Os esperamos en http://www.circuloromanico.com, el Portal del Arte Románico.